Hola querida amiga, en los últimos meses, he estado trabajando en enseñándole a mi alma, a mi mente y a mi cuerpo a vivir “por menos ruido y más verdes” es una frase que me repito constantemente todos los días, lo que significa vivir más desde una introspección diaria a través de conectar con la naturaleza.

Estoy cumpliendo una década de haberme mudado de un pueblo pequeño, colonial y pintoresco a una gran ciudad, intelectual, y muy rápida; ha sido una de las cosas mas arduas y difíciles a las que he tenido que adaptarme; aún 10 años después sigo en ese proceso. Sin embargo, creo que cuando buscas encuentras, y en mi búsqueda por una vida mas despacio, con menos ruido he podido reconocer que aún es posible donde sea que te encuentres.

Apagar el ruido de mi mente no es fácil, pero ha sido indispensable para poder conectar nuevamente conmigo misma y mi esencia, pasar tiempo entre árboles, flores, corrientes de aguas, el canto de los pájaros temprano en la mañana, exponerme a la luz del sol al amanecer, conectar mis pies con el césped, tomar una clase de yoga, caminar por el vecindario, leer un buen libro, la oración diaria, el servir y conectar con otras personas etc. es lo que me ha ayudado a volver a mi, por lo que reconozco que la conexión cuerpo, mente y espíritu son inseparables en este proceso.

Perderte a ti es lo más aterrador que he vivido, pero ha sido lo más importante que pudo pasarme para redireccionar y volver a encontrarme. La manera que he encontrado para conocer mi alma desde mi mortalidad ha sido el silencio de mis procesos, estar sola, ir dentro de mi, por muy negro que se vea el panorama al principio en tu interior anda, anda por favor, enfrenta lo que sea que tengas que enfrentar allí dentro de ti y ten el coraje de aceptarlo y estar dispuesta a transformarlo.

Un día comenzarás a ver pequeños destellos de luz, el sufrimiento comienza a disminuir, la voz del ego la comienzas a distinguir, por unos segundos verás a aquellos que piensas que te han herido con amor, te pondras en sus zapatos, cambiarás el “porque hice eso” a “me perdono”, comenzarás a valorar los pequeños detalles de la vida, comenzarás a platicar con los árboles, las platas, los animales y descubrirás como todos estamos conectados y todos somos uno.

Amiga, por una vida sin tanto ruido mundano y por más conexión con lo espiritual, todo lo que nos rodea ha sido creado primero espiritualmente, que nuestros ojos puedan verlo y el resto de nuestros sentidos percibirlo, disfrutarlo y maravillarnos de la experiencia extraordinaria que estamos viviendo.

Recuerda quien eres!

Gaby.

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